La anorexia nerviosa, que suele ser conocida simplemente como anorexia, se considera un desorden alimenticio el cual puede ocasionar la pérdida de peso en exceso. Si analizamos las principales características tras este desorden, por lo general el más grave es un peso corporal muy bajo, miedo a subir de peso y una percepción alterada de nuestro peso corporal.
Según los expertos, la anorexia se presenta principalmente en las mujeres, sobre todo en su adolescencia, sin embargo esta enfermedad puede afectar a niños de 7 años hasta adultos de 80, básicamente se postula que es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona.
Anorexia nerviosa
A pesar de que aún se desconoce una causa exacta de la anorexia del tipo nerviosa, se cree que este trastorno es el resultado de una combinación de factores, principalmente se analizan desencadenantes emocionales, relacionados con factores sociales y psicológicos.
Mientras que las emociones son la principal causa de este trastorno, se estudia que la genética y hormonas podrían contribuir al desarrollo. También el tener la excesiva presión de la sociedad para contar con una imagen delgada y atractiva puede ser otro factor que contribuye.
Esta enfermedad se caracteriza porque quienes buscan perder peso y mantener su peso corporal bajo, consumen pocas calorías, además de contar con hábitos de alimentación anormales, sumado a la práctica de ejercicios de manera excesiva. Algunas personas que sufren de anorexia nerviosa también hacen uso de laxantes, diuréticos o inducen el vómito para desechar todo lo que han consumido.
Algunos síntomas que delatan que alguien sufre de anorexia es presentar una bajo peso corporal, presentar mucha fatiga, no poder dormir por las noches, el tono de la piel es pálido, presentan uñas quebradizas, se les cae el cabello, la piel es muy seca, se generan cuadros depresivos, la presión arterial esta en niveles bajos, en mujeres se altera el ciclo menstrual y se generan patrones de conductas antisociales.
Cuando la anorexia no cuenta con un tratamiento oportuno, puede conducir a numerosas complicaciones, por ejemplo se pueden presentar problemas cardiacos, debido a que el ritmo habitual de nuestro corazón se ve alterado, se pueden generar arritmias, anemia, problemas renales, se pierde mucha masa ósea y se genera un desequilibrio de electrolitos en el organismo, que genera la fatiga y bajo ánimo.
Tratamientos en casa para la anorexia
Hay que aclarar ciertos puntos sobre un tratamiento para la anorexia nerviosa. Estamos hablando de un trastorno que puede ser producido por problemas psicológicos, por lo que se debe consultar a un médico del área para dar el primer paso a un tratamiento efectivo. Sin embargo, siempre se puede complementar el tratamiento habitual, con algunos consejos para realizar en casa. Mientras que las personas que sufren de anorexia generalmente no se percatan de que tienen un problema, dificultando de esta manera un tratamiento, se puede apuntar a aumentar el apetito como un tratamiento. Cuando se aumenta el apetito de las personas, se pueden generar hábitos alimenticios saludables, lo que restaurara el peso normal.
Naranjas: Las frutas frescas, tal como es el caso de las naranjas, nos pueden ayudar a generar un complemento eficaz para controlar la anorexia. Se debe conocer que las naranjas nos ayudaran a aumentar nuestra salud digestiva. Básicamente las naranjas nos ayudan a limpiar el sistema digestivo, ya que sin este detalle, no se sentirá hambre. Además, se cuenta con que el olor de las naranjas, principalmente el de las cáscaras de la naranja, ayuda a calmar los nervios, lo que es utilizado muchas veces para controlar la depresión y ansiedad.
El simple proceso de comer un par de naranjas, o beber un vaso de jugo de naranja aumenta el apetito. Para que el jugo de naranja sea más delicioso, se puede añadir sal, además de una pizca de pimienta negra. Si se quiere mejorar el ánimo, se pueden oler unas naranjas.
Menta: Gracias a su sabor fuerte y atractivo aroma, nos ayuda a mejorar el apetito. Además, es utilizado para controlar el estrés.
El consumir dos cucharaditas de jugo de menta todas las mañanas, así como beber unas tazas de té de mente a diario puede aumentar el apetito.
Té de hierbas: Hay infusiones que pueden aumentar el apetito. Una taza de té de hierbas, como el té verde, manzanilla, salvia o tomillo, luchan contra el estrés, ansiedad y fatiga.