Tener la varicela durante el embarazo

La varicela es una enfermedad que es común cuando somos pequeños, pero también podemos sufrirla siendo ya adultos y lo peor es que tampoco nos salvaremos de ella por el hecho de estar embarazadas. hoy hablamos ahora de varicela y embarazo y sobretodo, cómo tratarla.

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Actualmente los niños y niñas reciben una vacuna entre los 12 y 15 meses que les previene de la varicela (aunque no se contempla en el calendario de vacunaciones infantil), pero lo cierto es que si ya eres adulta y no has tenido nunca esta enfermedad y además tampoco te vacunaron siendo pequeña, quizás la acabes sufriendo cuando estás embarazada y corres algunos riesgos.

Tener la varicela durante el embarazo

Contraer la varicela durante el embarazo:

Si ya te vacunaron cuando eras pequeña, algo que no es común si tienes más de 25 o 30 años ya que antiguamente esta vacuna no era tan popular cómo lo pueda ser ahora, será difícil contraer de nuevo la varicela, y si ya has sufrido la enfermedad puedes estar expuesta al virus y no tienes porque volver a contraerla; pero si no te vacunaron en su día y además no te has contagiado nunca, deberás evitar cualquier exposición al virus de la varicela (también conocido como varicela zóster).
Lo ideal es que al quedarte embarazada y sabiendo que no has tenido varicela, te hagas una analítica que te determinará si eres o no inmune al virus y si tienes esa suerte no deberás preocuparte por nada, aunque si tienes un riesgo, aunque sea mínimo es mejor evitar acercarte a cualquier niño o persona adulta que sepas que está enfermo de varicela.
Si sabes que puedes contagiarte y estando embarazada, has estado expuesta al virus, es mejor que acudas al médico que lo más seguro es que te ponga una inyección de inmunoglobulina contra la varicela zoster (VariZIG), si el medicamento está disponible.
Este medicamento no afectará al bebé aunque tiene un efecto de tres semanas por lo que si vuelves a estar expuesta al virus pasado a ese tiempo deberán colocarte otra dosis.

Riesgo de la varicela en el embarazo:

A priori no tiene porque ser un riesgo para el feto el que la madre sufra la varicela, aunque deberás estar controlada por el médico, ya que debes recordar que al estar en estado siempre recomiendan no tomar medicamentos o de hecho antibióticos que puedan dañar al bebé.
Al margen de los granitos que suelen salir con la varicela, y que son de hecho bastante molestos ya que pican mucho, está el que la enfermedad produce fiebre y en el caso de padecerla de adultos, podemos llegar a padecer fiebres de hasta 40 grados por lo que sin duda lo vas a pasar muy mal.
Además se dice que un 10% de las personas adultas que contraen varicela tienen riesgo de derivar en una neumonía y algunas mujeres que han sufrido esta enfermedad durante su embarazo han tenido además un parto prematuro.

Varicela en las distintas fases del embarazo:

Si te enfermas de varicela en la primera mitad del embarazo tendrás un riesgo mínimo de que el bebé contraiga lo que se conoce como síndrome de varicela congénita (y que puede derivar en cicatrices para el bebé, malformaciones de las extremidades, microcefalia, problemas de visión o audición, y discapacidades de desarrollo motriz o mental e incluso que sufra un crecimiento lento en el útero).
Lo más normal es que entre la semana 18 y 20 te hagan una ecografía para ver si el bebé sufre algunos de estos síntomas o si existe un verdadero riesgo.
Si te enfermas cuando ya estás en la segunda mitad del embarazo y además estás a más de cinco días de dar a luz, el feto estará bién ya que cinco días después de contraer varicela, tu cuerpo desarrolla anticuerpos contra el virus y los transmite al bebé a través de la placenta. De este modo, le ofrece la protección que su propio sistema inmunitario, todavía inmaduro, no le puede brindar.
Existen casos de bebés que al nacer y si has tenido la varicela entre 5 y 20 días antes de dar a luz, pueden sufrir la enfermedad, aunque no existe un riesgo que sea peligroso. Por otro lado, también pueden sufrir un herpes zoster durante la lactancia o primera infancia sin haber tenido varicela después del nacimiento, aunque no es que sea algo demasiado grave.