Los seres humanos constantemente estamos expuestos a leves accidentes domésticos que pueden dañar nuestra salud. Y si bien las dolencias de importancia deben ser tratadas de inmediato con el personal médico, no es menos cierto que algunas veces los efectos son ligeros y la cura puede estar al alcance de la mano, usando productos que tenemos en el hogar.
Veremos hoy algunos remedios caseros para dolencias menores que resultarán muy útiles a la familia.
Dolencias menores y sus tratamientos caseros
Cortes y rasguños
Lo mismo en la cocina, donde por descuido podemos accidentarnos con objetos filosos, que haciendo cualquier otra tarea doméstica, existe un riesgo de recibir cortes y rasguños que no tienen gran importancia y sanan en brevedad, pero que sí deben tratarse para evitar posibles infecciones.
Un remedio efectivo y desconocido por la mayoría de las personas es el uso de la tela de araña. La misma contiene una sustancia muy efectiva para detener hemorragias y sangramientos, así como para prevenir infecciones. Basta con cubrir con la tela de araña la herida recién hecha, para obtener resultados inmediatos.
Quemaduras
Ya sean solares, por fricción o por contacto con sustancias muy calientes (fuego, agua, etc.), las quemaduras son accidentes muy frecuentes en el hogar. Por tanto, es bueno saber cuál sería la respuesta más efectiva antes dicha situación.
En cualquiera de los casos, lo ideal es sumergir en agua fría la zona lastimada, nunca poner hielo. Para aquellas lesiones que no ampollen, se puede agregar un chorrito de vinagre. El objetivo de esto es reducir la temperatura local al máximo, al tiempo que se alivia el dolor.
Si la herida no hace ampollas, lo que significa que la quemadura es muy ligera, se aplicará luego un gel de aloe vera. En caso de que sí las haya, es necesario retirar la piel que las cubre y aplicar una solución desinfectante. Luego aplicar gel de aloe vera o miel y mantener tapada en la noche con una gasa fina y solo con la crema durante el día. Las heridas se deben lavar dos veces al día y retirar cualquier material blanco y costroso.
Congestión en el pecho
Asociada a los catarros y gripes, muchas veces aparece la tan incómoda congestión en el pecho. Existen muchos remedios caseros para combatirlo, pero quizás no muchos sepan que uno de los remedios más efectivos para tratarla se encuentra en todas nuestras cocinas: el ajo. Este producto ayuda a aclarar las vías respiratorias eliminando toda congestión, además de ayudar a combatir la infección.
Solo hay que preparar un simple ungüento de ajo usando la siguiente receta: pela y macera siete dientes de ajo. Colócalos en un recipiente y rellena con algún tipo de grasa hasta cubrirlos. Pon la maceración al baño de María durante tres horas. Para fortificar la pomada puedes añadir unas gotas de aceite de eucalipto. Tapa la preparación y déjala enfriar. Frota el pecho con este ungüento y verás como poco a poco desaparece la congestión.
Sin olvidar que ante lesiones severas debemos acudir con premura al médico, todos podemos dar respuestas rápidas ante accidentes de menor gravedad. Ten a manos estos remedios caseros para dolencias menores que además de útiles, son naturales y no reportan ningún efecto secundario.