Si bien ya vimos días atrás cuáles eran las pruebas de embarazo más curiosas, muchas de ellas han salido de otras culturas y épocas, y de hecho en el antiguo Egipto, por ejemplo ya se practicaban tests de embarazos del todo caseros. En esta ocasión quiero centrarme en una época en la que tampoco es que se quedaran atrás en originalidad, y os hablo de las pruebas de embarazo en la Edad Media.
En la Edad Media, el que una mujer quedara embarazada suponía un momento de alegría, aunque también y debido a los elevados índices de mortalidad o de aborto durante el parto, era interpretado como un mal augurio, por lo que esde el primer momento en el que se sabía que se estaba encinta se procuraban diversas tecnicas y remedios, que de hecho ya comenzaban a la hora de averiguar si se estaba o no embarazada.
Pruebas de embarazo y embarazo en la Edad Media:
- Quizás la prueba que más se conoce y que surge en la Edad Media, para confirmar un embarazo, es que la mujer se acostara con un diente de ajo debajo de la almohada.
- Si cuando la mujer despertaba notaba el sabor del ajo en su boca significaba que no estaba embarazada, mientras que si no notaba nada significaba que estaba encinta.
- Por otro lado y una vez confirmado el que la mujer estaba embarazada, se ponía remedio a que acabara sufriendo un aborto y de hecho se limitaban los coitos, se le prohibía tomar laxantes y es más la embarazada, apenas se movía de manera que no acabara sufriendo una caída o un golpe.
- Para que el embarazo se desarrollara sin problemas en la salud de la mujer, se le aplicaba a esta diversos unguentos sobre la barriga. Quizás el que más se conoce será uno a base de aceite, hierba del huerto, espinacardo, almáciga e incienso. Dicha mezcla se ponía a hervir y después se aplicaba sobre el vientre de la mujer encinta.
- Especial cuidado se tenía con los bebés y sobretodo aquellos de los que se sabía que habían sido engendrados en el momento en el que la mujer estaba menstruando, ya que se tenía la creencia de que estos podían sufrir enfermedades muy graves como la viruela, sarampión, o la lepra.
- Para saber el sexo del bebéhabían también métodos, y se concentraban siempre en si la mujer cambiaba o no físicamente. De este modo si la mujer embarazada caminaba ligera, si adelantaba primero el pie derecho, si su cara engordaba en la mejilla derecha o si se hinchaba la parte derecha del vientre, es que iba a ser un niño. Y si no, se trababa de una niña.
El parto en la Edad Media:
- Cuando estaba próxima el momento del parto, la embarazada se bañaba em malvas, malvavisco, manzanilla y corona de rey. Luego se untaban en aceite de ajonjolí, aceite de almendras duces y grasa de gallin.
- En el momento del parto, la mujer era atendida por una o varias comadronas, ya que se pretendía evitar así el que hubieran complicaciones, si bien estas matronas tenían conocimientos en todo lo relacionado con ciencia, religión y magia.
- Las mujeres tenían tres granos de pimienta en la mano durante el parto, además de rezar una oración especial para que nada les pasara ni a ellas, ni al bebé.
- Otro remedio para asistir el parto era mezclar, orégano, lirio, hisopo y hierba gatera para después dicha mezcla envolverla en lana y colocarla en la vagina de la mujer.
- Si la mujer fallecía durante el parto, se abría el cuello de la matriz y se extraía el bebé. De este modo nació Julio César y es por ello que a este método se le conoce ahora como cesárea.