Opciones de tratamientos para las várices

Jesus L. Rodriguez

Opciones de tratamientos para las várices

Muchas personas, sobre todo las mujeres mayores de 60 años, sufren de várices, una patología donde las venas se hinchan y se vuelven irregulares. Esto ocurre generalmente en las venas de las piernas, especialmente en las pantorrillas, y causa dolor y altera la calidad de vida de las personas.

Hasta un 80% de las mujeres mayores de 60 años sufren de venas varicosas, lo que se debe a factores hormonales que aumentan el riesgo de padecerlas.

¿Por qué se producen las várices?

Las venas tienen la función de ayudar a que la sangre circule hacia el corazón, lo que realizan a través de unas válvulas que las conforman. Con la edad, las válvulas y las paredes de las venas se vuelven delgadas y menos elásticas al destruirse contenido de elastina y colágeno de la pared de la vena, lo que se produce con los radicales libres que participan en el proceso del envejecimiento (por eso es tan importante consumir alimentos ricos en antioxidantes).

Las venas se debilitan y sus válvulas se vuelven incapaces de detener la sangre, lo que genera un estancamiento en la vena, que luego se inflama y se llena de sangre.

¿Qué opciones de tratamiento existen?

Distintas opciones de tratamientos para las várices han sido utilizados, como la escleroterapia, que consiste en inyectar la vena con un agente químico que provoca la cicatrización y obstrucción, obligando a otras venas sanas del área a movilizar la sangre. Estas inyecciones pueden ser muy dolorosas y poco eficaces.

También se han realizado operaciones para extirpar las venas afectadas, lo que puede ser muy traumático y se deja como última opción.

Alimentación Antiinflamatoria:

Una dieta rica en alimentos antiinflamatorios puede contribuir significativamente a reducir la inflamación y mejorar la salud vascular. Incluye alimentos como frutas rojas, cítricos, pescado rico en ácidos grasos omega-3 y verduras de hojas verdes en tu dieta diaria.

Extracto de Castaño de Indias:

El extracto de castaño de Indias es conocido por sus propiedades venotónicas, que fortalecen las paredes de las venas y mejoran la circulación. Puedes encontrar suplementos de este extracto en tiendas de productos naturales y seguir las indicaciones del fabricante.

La dosis recomendada para el castaño de Indias es un comprimido de 300mg dos veces al día. Esto debería proporcionar 50mg del ingrediente activo purificado cada vez. Sin embargo, en los estudios citados, los científicos utilizaron cantidades de dosis que contenía tan sólo 20mg del ingrediente activo, de modo que puedes tomar una cantidad más pequeña y aún así obtener resultados beneficiosos. El castaño de Indias también se puede usar como una crema o gel; se aplica directamente sobre la zona afectada tres veces al día.

Ejercicio Regular:

La actividad física regular es esencial para mantener una buena circulación sanguínea. Incorpora ejercicios como caminar, nadar o andar en bicicleta en tu rutina para fortalecer los músculos de las piernas y promover un flujo sanguíneo saludable.

Compresas Frías o Calientes:

Las compresas frías o calientes pueden ser aplicadas alternativamente en las áreas afectadas para aliviar la hinchazón y mejorar la circulación. Este método simple puede proporcionar alivio inmediato y ser parte de tu rutina diaria.

Aceites Esenciales:

Algunos aceites esenciales, como el aceite de ciprés, pueden tener propiedades vasoconstrictoras y antiinflamatorias que benefician la salud de las venas. Mezcla unos pocos gotas con un aceite portador y realiza suaves masajes en las áreas afectadas.

Aloe vera y árbol del Te

También se puede utilizar aloe vera junto con aceite de árbol de té. La investigación ha revelado que ayudan a controlar la inflamación, hinchazón, enrojecimiento y malestar en los casos de várices leves a moderadas. La dosis recomendada para el aloe vera es de 50mg a 200mg al día en forma de cápsulas. El aceite de árbol de té se usa directamente sobre la piel afectada, de tres a cuatro veces al día.

Té de Hamamelis:

El té de hamamelis, también conocido como avellano de bruja, es otra opción natural para tratar las várices. Esta planta tiene propiedades antiinflamatorias y astringentes que pueden ayudar a reducir la hinchazón y fortalecer las paredes de las venas. Prepara una infusión de té de hamamelis y consúmelo regularmente para aprovechar sus beneficios.

Elevación de Piernas:

La elevación de piernas es una práctica sencilla pero efectiva para mejorar la circulación y reducir la presión en las venas. Dedica unos minutos al día a elevar las piernas por encima del nivel del corazón, ya sea acostado en el suelo o utilizando almohadas. Esto facilitará el retorno venoso y aliviará la pesadez en las piernas.

Vinagre de Manzana:

El vinagre de manzana es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y su capacidad para mejorar la circulación. Mezcla una cucharadita de vinagre de manzana en un vaso de agua y consúmelo antes de las comidas. También puedes aplicar compresas empapadas en vinagre de manzana sobre las várices para aliviar la irritación.

Gingko Biloba:

El extracto de Gingko Biloba es reconocido como tratamientos para las várices por mejorar la circulación sanguínea y fortalecer las venas. Este suplemento herbal puede ser beneficioso para reducir la hinchazón y mejorar la salud vascular. Consulta con un profesional de la salud antes de incorporar nuevos suplementos a tu rutina diaria.

Mantén un Peso Saludable:

El exceso de peso puede ejercer presión adicional sobre las venas, exacerbando los problemas de várices. Mantén un peso saludable a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular para reducir la carga en tus piernas y mejorar la circulación.

Otros suplementos que se han encontrado para mejorar la elasticidad de las venas incluyen la coenzima Q10 (30mg tomados tres veces al día), vitamina C (1g al día), y el metano sulfonil metílico, también conocido como HSH (1000mg dos veces al día).

Como Prevenir las várices

Si ya estás sufriendo algunas molestias en tus piernas y están apareciendo algunas várices puedes tomar medidas de prevención de su formación, como mantener las piernas elevadas el mayor tiempo posible, mover los pies y los tobillos, aun cuando estés sentada (realizar movimientos circulares con los tobillos un par de veces en cada dirección y flexionarlos hacia atrás y hacia delante) y evitar los tacones altos y las medias ajustadas, ya que hacen más difícil que la sangre fluya y debilitan las paredes de las venas.

Hidratación Adecuada:

Mantener una buena hidratación es esencial para la salud vascular. El agua ayuda a mantener la elasticidad de las venas y a prevenir la formación de coágulos. Asegúrate de consumir suficientes líquidos a lo largo del día, preferiblemente agua, para mantener tus venas en óptimas condiciones.

Dieta Rica en Fibra:

Una dieta rica en fibra contribuye a la salud cardiovascular al mejorar la digestión y prevenir el estreñimiento. Alimentos como frutas, verduras, granos enteros y legumbres son excelentes fuentes de fibra. Este enfoque alimenticio también ayuda a mantener un peso saludable, reduciendo la presión sobre las venas.

Evitar el Sedentarismo:

La falta de actividad física puede contribuir al desarrollo de várices. Realiza ejercicios regularmente, como caminar, nadar o practicar yoga, para fortalecer los músculos de las piernas y mejorar la circulación sanguínea. Evitar el sedentarismo es clave para prevenir problemas venosos.

Evitar Ropa Ajustada:

El uso constante de ropa ajustada, especialmente prendas que comprimen la cintura o las piernas, puede obstaculizar la circulación sanguínea. Opta por prendas más sueltas y cómodas para permitir un flujo sanguíneo adecuado y prevenir la aparición de várices.

Masajes Circulatorios:

Los masajes suaves en las piernas pueden estimular la circulación y ayudar a prevenir la formación de várices. Aplica movimientos circulares ascendentes con aceites esenciales o cremas hidratantes para mejorar la salud vascular y aliviar la tensión en las piernas.

Control del Estrés:

El estrés crónico puede afectar negativamente la salud vascular. Practica técnicas de manejo del estrés, como la meditación, la respiración profunda o el yoga, para mantener equilibrio emocional y reducir la presión sobre el sistema circulatorio.

Consume Alimentos Antioxidantes:

Los alimentos ricos en antioxidantes, como las bayas, las nueces y las verduras de hojas verdes, pueden ayudar a fortalecer las paredes de los vasos sanguíneos y prevenir el daño causado por los radicales libres. Incluye estos alimentos en tu dieta para apoyar la salud vascular.

Con estas medidas podrás disminuir las molestias de las várices y hacer una vida más normal, donde no te duelan tanto las piernas si estás mucho rato de pie y no tengas que someterte a procedimientos muy complejos.

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