La música constituye una de las mayores expresiones artísticas de la humanidad, para la que no se necesita conocer un idioma especifico o pertenecer a una determinada cultura, pues en ella se manejan códigos universales que inconcientemente calan en nuestro cerebro, causando los más diversos efectos. En esta oportunidad, hablaremos sobre el poder de la música para mejorar el desempeño laboral.
Beneficios de la música
En otras ocasiones ya te hemos hablado de los beneficios de la música para la salud, pero no está de más recordarlos, pues son tan útiles que vale la pena ponerlos en práctica. Con la música puedes desde mejorar tu rendimiento físico (de ahí la vieja costumbre de salir a correr con los auriculares puestos), reducir el dolor corporal, relajar tu mente, motivarte, mejorar el ánimo y hasta hacerte sentir con ganas de salir a disfrutar de la vida.
Música y estado de ánimo
Pero ten en cuenta que los efectos que la música produzca en ti dependerán de tu estado de ánimo y del mismo estilo musical. Por ejemplo, si te encuentras un poco decaído o desanimado, lo último que te convendría sería escuchar una música lenta o triste. En cambio, una buena elección sería un ritmo alegre y picaresco, aquel que te produce como un cosquilleo en el cuerpo e increíblemente te hace sentir mejor.
Mientras que, por el contrario, si te encuentras con mucha energía, pero disperso, lo mejor es una música suave y rítmica, que te exija concentración, pero sin quitar preponderancia a la tarea que debes realizar. Asimismo, es posible aliviar el estrés con música.
Por otro lado, el estilo musical lo determinará también el gusto personal de cada uno. Sólo ten en cuenta que, sin importar de que ritmo se trate, todos los géneros musicales poseen obras tranquilas, movidas, reflexivas y hasta tristes. Únicamente debes seleccionar aquellas piezas más indicadas para cada momento.
La música en el trabajo
Pero tranquilo, no me he olvidado del tema de este artículo: la música en el trabajo. Aunque en realidad lo que tengo para decirte no difiere mucho de lo que ya te he comentado, pues escuchar música en el trabajo, ya sea en una oficina o en tu misma casa, busca estimular cuestiones como la concentración, estado de ánimo, memoria y energía, para así obtener un mejor rendimiento laboral del empleado, a través de trabajos de mayor calidad y realizados en menos tiempo. Y todo esto a la vez que se beneficia el mismo trabajador.
Pero además de lograrse esto, también se generan mejores ambientes de trabajo y se estrechan los lazos interpersonales. Sólo piensa en lo que sería trabajar en un lugar donde impera la alegría y la buena energía, todo aclimatado por una música agradable y divertida. Seguramente estaríamos ante el viejo paradigma del trabajo y el ocio.
Música y agilidad mental
Pero, desgraciadamente, no existe una regla o guía que pueda orientarnos a la hora de escoger la música más indicada para nuestro tipo de trabajo o nuestros gustos, pues no es lo mismo escuchar ópera en una gran sala llena de cubículos, a escuchar un estridente rock and roll en una oficina personal.
Personalmente, optaría por piezas de música clásica. Y no te sorprendas, ya que este inmenso género contiene obras para todos los gustos y no solamente composiciones solemnes y pesadas como muchos creen.
Dentro del género clásico podrás encontrar los ritmos menos imaginados, por lo que difícilmente no haya una obra indicada para tu caso personal. Inlcuso, puedes escuchar música clásica para estar más tranquilo. Por otro lado, está comprobado que los ritmos matemáticos que poseen muchas de estas obras musicales estimulan la agudeza mental, permitiendo adquirir nuevos conocimientos, y aplicarlos, de forma mucho más fácil y duradera.
Ahora ya sabes. Sin lugar a dudas, la música en el trabajo es muy estimulante. Si estás tardando en realizar tu trabajo (lo que me sucede a mí) o te sientes un poco incómodo en tu ambiente laboral, sólo tienes que poner un poco de música que te agrade para mejorar tu problema. La música es estimulante durante el embarazo o incluso para tratar dolores con musicoterapia.
Y tú, ¿tienes una música que te hace sentir mejor?
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