Los Reyes Magos sí existen

Jesus L. Rodriguez

Mucho se ha hablado sobre el mito de los Reyes Magos, pero ¿existieron de verdad? ¿eran magos? ¿fueron tres en realidad…? La tradición ha dado algunas vueltas hasta llegar a la actualidad. Lo cierto es que son más reales de lo que pensabas…
Los Reyes Magos sí existen

La tradición más difundida cuenta que los tres Reyes Magos vinieron de Oriente, guiados por una estrella que les condujo hasta Belén. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciéndole oro (representa su naturaleza real), incienso (su naturaleza divina) y mirra (es un compuesto embalsamador que representa el sufrimiento y muerte futura de Jesús).
Hasta el siglo X se les acreditaba como sacerdotes persas. Al principio eran blancos, más tarde representaban a las tres razas conocidas de la humanidad: europea, asiática y africana, y en el siglo XVI se comenzó a representar a Baltasar como un mago de raza negra. Otras versiones afirman que fueron cuatro, siete y hasta doce Reyes.
En Occidente, el Día de Reyes se celebra desde el siglo V, y la costumbre de traer regalos surgió a mediados del siglo XIX para contrarrestar la tradición pagana de San Nicolás, un obispo de la Iglesia oriental que vivió en el siglo IV y que era conocido por su generosidad con los niños. Hoy, los niños de muchos países escriben su carta y la entregan en los buzones habilitados en las ciudades, o se las entregan directamente a los Reyes Magos en las recepciones que conceden antes de la cabalgata.
Para muchos padres, el dilema surge al explicar a sus hijos la realidad de esta tradición. Sin embargo, ésta es realmente entrañable:

PAJES REYESCuando nació el Niño Jesus, tres Reyes de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento que los tres Reyes pensaron que deberían llevar regalos a todos los niños del mundo para hacerles felices. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de lo difícil que iba a ser, tan ancianos y cansados como se sentían, llevar regalos a tantos millones de niños. Pero el Niño Jesús sonrió y la voz de Dios se escuchó en el Portal: “¿Qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?”, exclamó. “Oh, Señor, necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño, para llevar al mismo tiempo regalos a cada casa”, respondieron los tres Reyes. “No os preocupéis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno, sino dos pajes para cada niño en el mundo. Así pues, -prosiguió- YO ordeno que en Navidad, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte entreguen a sus hijos los regalos que deseen”. También ordenó que, cuando los niños fueran lo suficientemente mayores para entender esto, los padres les contaran esta historia y a partir de entonces,  todas las Navidades, los niños hicieran también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y, alrededor del Belén, recordaran que, gracias a los Tres Reyes Magos, todos son más felices.

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