Hay personas a las que les lloran mucho los ojos sin motivo aparente. ¿A qué puede ser debido? Una alergia o una obstrucción de las vías lagrimales puede esconderse tras esa alteración, y si éste último fuera el diagnóstico final, la persona debería recurrir a la cirugía para poner solución. El doctor Sergio Bonafonte, oftalmólogo y director del Centro Oftalmológico Bonafonte, explica cómo debe tratarse un cuadro de constante lagrimeo en los ojos.
Exceso de Lagrimeo
El problema de llorar sin motivo aparente suele ocurrirle a dos tipos de pacientes. Por un lado a los niños y por otro a las personas mayores. En el caso de los más pequeños suele deberse a una obstrucción de las vías lagrimales, una de las patologías más frecuentes a esa edad. Existe un conducto que lleva las lágrimas de los ojos a la nariz o a la boca cuya membrana debe disolverse para que todo funcione correctamente. En algunos niños eso no ocurre de forma espontánea así que se produce un tipo de obstrucción que provoca el constante lagrimeo. Por lo que respecta a personas mayores, ese conducto de evacuación queda obstruido por inflamaciones o por a presencia de algunas sustancias extrañas que se hayan depositado de forma accidental en el lugar.
Síntomas e Infección
Es fácil detectar que se ha producido este tipo de obstrucción en el conducto del lagrimal. En ocasiones se percibe una inflamación desde el exterior que afecta al ángulo de la nariz y los párpados. En los niños se aprecia una secreción amarillenta continua en el ojo y que, a pesar de retirarla, aparece de forma constante. Además puede ir acompañado de dolor intenso, algo muy propio cuando se ha producido una reacción inflamatoria que llena de pus el saco lagrimal. Esa parte del conducto tiene una forma redondeada que actúa como un saco, y que cuando se infecta de forma brusca puede ser muy dolorosa. Si hay presencia de pus significa que hay infección. Se produce porque normalmente los lagrimales hacen de comunicación entre el ojo y la nariz , y un microbio puede pasar de un lado al otro. Los niños, por ejemplo, pueden tener las manos contaminadas y al frotarse o tocarse los ojos con ellas producen la infección.
Tratamiento
En el caso de bebés puede requerirse un procedimiento ambulatorio. Primero se intenta dar un tratamiento con colirios o gotas, es decir, un tratamiento antiinflamatorio. Pero cuando hay infección acompañada de pus no hay más remedio que realizar cirugía. El tratamiento farmacológico se basa en la toma de antibióticos para que la infección no se extienda a la sangre. Por su parte, la cirugía lo que pretende es poner en contacto el conducto del lagrimal del ojo con el de la nariz para resolver la obstrucción.
Cirugía y Láser
La cirugía que se empleaba en el pasado para poner solución a este tipo de obstrucción se basa en efectuar una herida en la parte externa, algo que requería de puntos en el post-operatorio. Hoy en día la técnica no es tan agresiva y se hace a través de una sonda láser que hace una abertura más pequeña que la que comentábamos. No requiere anestesia general ni ingreso en clínica. Tampoco suele sangrar así que se evitan las consecuencias que la cirugía convencional podía tener. Este tipo de cirugía ambulatoria tiene una duración de 20 minutos y se lleva a cabo a través del propio punto lagrimal. Se introduce una sonda láser sin corte en la piel y se va taladrando el hueso desde adentro.