El Jaboticaba es un árbol originario de Brasil de tronco liso, flores blancas, hojas verdes y de tamaño regular, posee una cualidad muy peculiar y es que en su tronco crece un fruto que lleva el mismo nombre el cual es de forma esférica con un color morado muy oscuro o en ocasiones un tanto rojizo. En su interior hallamos una sustancia blanca de sabor muy dulce, con dos huesos o semillas.
Sus flores de color blanco exhalan un olor suave y sus frutos – esféricos y con corteza morado negra o rojiza – encierran una substancia blanquecina, acuosa, de sabor dulce y agradable, que envuelve dos huesos violáceos y chatos. Comestibles en estada natural, las frutas entran también en la preparación de vinos, licores o vinagres. Además de la M. jaboticaba, existen dos especies más de jaboticaba: la M. cauliflora, que aparece también espontáneamente, tiene flores blancas, hojas pequeñas con glándulas translúcidas y produce frutos suculentos y deliciosos; y la M. trunciflora. De esas tres especies la mayor y más impresionante es sin duda la M. jaboticaba. Una particularidad curiosa de este árbol es el hecho de presentar una inmensa cantidad de frutos que cubren el tronco y suben por sus ramas. También hay una especie ornamental de jaboticaba, cultivada en jardines. Se trata de la Gomidesia reticulata, que es un arbusto de hojas oblongas y agudas, flores pequeñas y bayas blanquecinas y ovaladas.
El árbol se considera en un estado aceptable para su consumo una vez que tiene una edad de entre 7 y 14 años. Para su pronto restablecimiento se usan plantaciones especiales con la cual se propagan las semillas y se mantiene un control riguroso de la materia orgánica y los niveles de agua necesarios.
Existen varias subespecies de Jaboticaba las cuales tiene propiedades y usos muy similares.
La entrecorteza de la jaboticaba en occiones no sólo actúa contra el asma y las hemoptisis, sino también contra diarreas y disenterías y externamente, en baños, favorece la curación de la erisipela. La corteza de los frutos tiene propiedades adstringentes y su decocción se emplea en gárgaras contra las amigdalitis crónicas. Para su consumo se hierve medio litro de agua por cada 30 gramos aproximadamente de la corteza del árbol, se deja un par de minutos para que se cree una infusión la cual se cuela y después puede ser consumida varias formas dependiendo del padecimiento o problema a tratar.
En el caso de infecciones o enfermedades, se puede consumir en forma de te. Si se trata de enfermedades respiratorias se consume en forma de infusión y se pueden hacer además gárgaras. Para obtener sus propiedades astringentes se limpia le rostro y se aplica la solución directamente sobre la piel.
Amigdalitis crónica – Decocción: hervir en medio litro de agua 30g de corteza de jaboticaba. Colar el líquido y utilizarlo en gárgaras frecuentes.