El verano es la estación cuya llegada muchos anhelan durante todo el año. Las vacaciones, la playa, la piscina, las noches inolvidables… Todo eso hace que los meses de verano sean tan deseados. Pero no todo es bueno en verano, por supuesto, y hay que tener ciertos cuidados con algunos peligros para la salud, sobre todo la de la piel, que aparecen enestos meses de calor.
La henna, los hongos, la radiación solar, y más
En primer lugar, el Ministerio de Sanidad ya alertó hace dos años de los peligros de los tatuajes de henna, tan comunes en verano por ser estos meses tan propicios a enseñar más la piel. Esta sustancia, si es natural, no supone ningún riesgo para la piel, pero sí puede ser un problema si no es natural, ya que la mayoría llevan sustancias del grupo de la parafenilendiamina, que pueden producir “manchas, decoloración permanente de la piel y cicatrices en la zona decorada”.
Otro peligro por el que se hace imprescindible protegerse la piel son las radiaciones solares. Los rayos ultravioletas que emite el Sol, tanto los UVA como los UVB, son muy dañinos para la piel. Por ello hay que protegerse con cremas solares, camiseta y gorra o sombrero. También hay que evitar exponerse a estos rayos en las horas centrales del día. En pocas palabras, seguir los consejos de Teo en la playa.
Las cremas solares suelen ser, además, hidratantes. Sin embargo, no deben usarse como sustituto de estas cremas; la hidratación de la piel debe ser una tarea cotidiana, no limitada a los momentos en que se va a tomar el sol. Esto es así porque el calor, y más aún el calor seco de interior, deshidrata mucho la piel.
Por otro lado, la humedad provocada por el sudor o las chanclas mojadas y el hábito de bañarse en piscinas públicas hacen que proliferen los hongos en los pies y las infecciones en las uñas (onicomicosis). Para evitar esto es necesario mantener los pies secos siempre que sea posible y utilizar antifúngicos.
Por último, pero no por ello menos importante, están los insectos, uno de los incordios más molestos del verano. Tanto en los ríos como en la cama, los mosquitos, avispas y tábanos están siempre al acecho de la carne humana para hacer un estropicio. Las picaduras de mosquitos se pueden evitar (aunque no del todo) con repelentes. Además, es mejor no rascarse, ya que quedan manchas antiestéticas.
Entre las 11.30 am y las 3:00 pm no hay que exponerse al sol y se recomienda buscar un lugar con sombra. En todos los casos, siempre hay que usar un buen protector solar.
Los médicos dicen que la piel debe cuidarse con mayor severidad en los primeros años de vida. Además, agregan que antes del año, a los bebés no hay que exponerlos al sol. Y desde los 6 meses ya pueden usar protector.
Si la persona tiene una piel muy blanca lo ideal es un factor de protección 40 o 60. En el caso de las pieles más morochas pueden usar un factor 15. Pero, lo recomendable es siempre usar un factor de 30 para arriba
Sin embargo, no todo es negativo a la hora de la exposición al sol. Los estudios explican que las pequeñas exposiciones a los rayos UV son positivas porque juegan un rol esencial en la producción de vitamina D.
Atención a los medicamentos
Además, los frutos secos, los aceites vegetales, el aguacate y, en general, los alimentos ricos en vitamina E, previenen de la degradación celular y son antioxidantes. «Solo con una dieta rica en estos alimentos se consigue una tez tostada más natural. No nos podemos obsesionar con estar morenos», aconseja Martín Anaya , porque un exceso de sol puede «provocar quemaduras, manchas y, en los casos más graves, cáncer de piel o melanoma».
Además, las personas que estén tratándose con ciertos medicamentos antidepresivos, antiinflamatorios o anticonceptivos, deben leer con atención los prospectos o consultar al médico para asegurarse de que no están contraindicados para tomar el sol. «Algunos de estos fármacos pueden ocasionar manchas», dice la doctora Maldonado.
La excesiva sudoración que sufre la piel en verano provoca un aumento de la humedad, caldo de cultivo para infecciones y acné. Por esto, se debe incidir en la limpieza de la piel y lavar el rostro al menos dos veces al día, preferentemente por la mañana y antes de acostarse.
La moda ha impuesto como canon de belleza buscar la piel morena, pero su exceso ha provocado patologías como la tanorexia o adicción al bronceado. «Hay que seguir informando a los jóvenes para evitar que la tasa de enfermedades cutáneas y los cánceres de piel aumenten», advierten los expertos.
Algunos consejos:
Elegir el mejor protector solar:depende de la sensibilidad de cada piel a la radiación solar, del tipo de piel, de los lunares y pecas, de los antecedentes familiares de cáncer cutáneo.
Por ejemplo, un hombre velludo está menos expuesto que una nena de 10 años. Por esa razón, los médicos recomiendan que sea el dermatólogo quien determine el filtro adecuado o, como mínimo, que consulte al farmacéutico
Cómo aplicarlo: en forma pareja en todo el cuerpo 30 minutos antes de ponerse al sol, 2 gramos por centímetro cuadrado y en forma uniforme. No olvidarse de zonas delicadas: cuello, orejas, empeines y calva.
Además, hay que volver a aplicarlo cada dos horas o después de haber transpirado mucho o de haber estado en el agua más de 40 minutos.
Horarios de exposición:para evitar el daño solar nohay que exponerse entre las 11 am y las 3 pm. En esos momentos, los rayos UV son tan intensos que, si queremos permanecer al aire libre, el único modo de que no nos afecten es recurrir a la sombrilla o a un árbol.
Dados estos pequeños consejos, ahora tan sólo queda disfrutar del verano procurando que éste no sea un peligro para la salud de la piel.
Otros consejos para la piel en verano:
1. Piel limpia… La limpieza diaria debe realizarse con productos suaves que no alteren el manto ácido de la piel, que no irriten ni sean muy perfumados, pero ayuden a eliminar la grasa y suciedad acumuladas. Además se deben utilizar materiales que no raspen ni froten fuertemente nuestra piel. Es importante no compartir toallas con otras personas y secarse los pliegues correctamente para evitar la aparición de micosis superficiales.
2. …E hidratada. Las cremas y aceites hidratantes permiten recuperar la humedad perdida y son particularmente útiles si el calor reseca la piel. Lo importante es que contenga propiedades hidratantes y emolientes, lo que permite recuperar el agua.
3. Atención con la ropa. Cuidar la piel de todo el cuerpo implica evitar usar ropa o zapatos con materiales que favorezcan la aparición de hongos por la creación de un ambiente húmedo; o bien que puedan causar heridas o alergias en la piel.
4. Prevenir infecciones. Si ocurre algún pequeño accidente cuya consecuencia es una raspadura, una herida en la piel o una quemadura, para evitar las infecciones es necesario lavar inmediatamente la zona con agua. En caso de granos o ampollas es importante no tocarlas ni apretarlas.
5. ¿Y la alimentación? Debe moderarse el consumo de carnes y priorizarse el consumo de frutas y verduras, alimentos ricos en vitaminas antioxidantes como la A, C y E. Esta última es una de las más importantes para el cuidado de la piel, ya que previene la degeneración celular, ayuda en el proceso regenerativo en caso de cicatrices y acné y contribuye al aumento del flujo sanguíneo de la piel. Está presente en aceites, frutos secos, en pescados y camarones y en vegetales como el brócoli, la espinaca, los espárragos, el tomate o la zanahoria. Y, por supuesto, también es recomendable beber mucha agua.
6. Importancia del sueño. Las células se producen y recuperan su fuerza cuando se duerme, ayudando a mantener una piel en buen estado.
7. Protección solar. Se recomienda cada vez un mayor factor de protección solar para defender nuestra piel de los rayos ultravioleta. Este debe ser elegido de acuerdo con el tipo de piel. En general, se recomienda usar como mínimo uno con 15 de FPS. Además, deben aplicarse 30 a 45 minutos antes de iniciarse la exposición al sol, ya que son eliminados por el sudor y el agua.
8. Exposición al sol. Conviene reducir al mínimo la exposición al sol en las horas centrales del día.
9. ¿Y el cloro? Después de haberse expuesto al sol o al agua clorada de una piscina es necesario darse una ducha para hidratar la piel. Se puede usar un jabón de PH normal o levemente ácido, que contribuyen a no contraer ninguna infección dermatológica.
10. Antioxidantes. Debido a la exposición al sol y la agresiones provocadas por la sal y el cloro, es necesario un proceso diario de recuperación de la dermis que podemos conseguirlo gracias a productos que contengan antioxidantes.