¿Cómo afecta el embarazo a cada tipo de pelo?
El pelo seco y quebradizo durante el embarazo goza de un mayor volumen y humedad. Aumenta la secreción de grasa en tu cuerpo y esto ayuda a que tu pelo luzca ahora incluso más bonito.
Por su parte, el pelo normal se engrasará un poco más de lo habitual. Lávalo a menudo y utiliza un champú con PH Neutro.
El pelo graso es el peor parado en estos meses. Lávalo con mayor frecuencia y busca en tu farmacia un champú especial para pelo muy graso.
Después del embarazo
La pérdida de brillo del cabello es algo que le ocurre a casi todas las mamás recientes. También solemos notar una pérdida importante de volumen y darnos cuenta que se nos cae muchísimo más.
A veces notarás que apenas te crece el pelo. No debes preocuparte es algo normal. Nuestro cabello se toma fases de descanso, pero en unos meses volveremos a la normalidad.
Evita los secadores con el aire muy caliente o las planchas para alisar el pelo. Las altas temperaturas estropean y debilitan el cabello.
te ofrecemos algunos consejos para cuidar tu cabello durante el embarazo:
Protege tu cabello de adentro hacia afuera
El principal consejo para mantener un cabello fuerte y saludable durante el embarazo es alimentarse bien. Recuerda incluir muchas frutas, verduras y mantener una dieta balanceada. Esto ayudará a su sano crecimiento, fortaleciéndolo desde la raíz.
Dieta rica en frutas y verduras.
Como ocurre en el caso de la piel, el cuidado del cabello también empieza desde dentro, y las frutas y verduras, además de ser buenas para tu bebé, también fortalecen la cutícula del cabello, pues contienen vitaminas y minerales, como el hierro, que impiden que se rompa y que le aportan brillo.
Hidrátalo
En algunos casos el embarazo ocasiona que tu cabello se reseque, por lo que es recomendable utilizar un shampoo con efecto reparador, al igual que un acondicionador con las mismas funciones, aplicando una vez por semana una mascarilla profunda hidratante, que te ayudará a mantener tu cabello suave y con vida.
Cabello graso y normal.
En el primer punto ya advertíamos que por lo general el cuero cabelludo segrega más grasa durante el embarazo, por lo que si tu pelo era normal o graso tendrás que lavarlo más a menudo. Para su higiene, utiliza champús neutros y suaves (de uso frecuente).
Cuídate de los tintes
Los expertos recomiendan no aplicar tintes permanentes en el cabello durante el embarazo, porque contienen amoniaco y oxidantes -sustancias tóxicas- que pueden perjudicar el desarrollo del bebé. Sin embargo, si tu cabello tiene demasiadas canas y te sientes incómoda con su apariencia puedas optar por utilizar tintes de origen vegetal que son inofensivos para el feto.
Cabello seco.
Si tu cabello es seco, o se ha vuelto más seco durante la gestación, elige un champú nutritivo y emplea una mascarilla acondicionadora tras el lavado.
Lávate el pelo con agua templada y péinalo con suavidad, sin dar tirones en caso de que se enrede.
No abuses del secador
Durante el proceso de gestación el cabello se encuentra frágil y delicado, por lo que el uso excesivo de planchas y secadores puede volverlo más quebradizo y acelerar su caída. Lo más recomendable es que tu melena se seque de forma natural y solo si es necesario utiliza el secador para eliminar la humedad colocándolo en la temperatura más baja.
Los masajes capilares relajan
algo que siempre viene bien–, y además estimulan la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, por lo que mejoran la vitalidad y el aspecto del cabello.
Evita los secadores con el aire muy caliente o las planchas para alisar el pelo. Las altas temperaturas estropean y debilitan el cabello.
No te hagas peinados que obliguen a mantener el pelo apretado y estirado, como coletas o moños.
Cuidado al recogerlo
Las trenzas muy fuertes o coletas muy altas pueden ejercer mucha presión sobre el cuero cabelludo, ocasionando así la caída del cabello, por lo que debes tener especial precaución si vas a recogerlo. Opta por semi recogidos o peinados más suaves que no templen tanto tu melena.
Las mechas.
Las mechas se impregnan en el cabello y no en el cuero cabelludo, por lo que sus elementos difícilmente afectan al feto. Muchas mujeres advierten que el resultado de la decoloración no es el mismo que el de antes de la gestación. Probablemente este hecho es debido a los cambios hormonales que experimenta la mujer durante el embarazo.