El uso de aceite de coco para el cáncer, es cada vez más frecuente, esto porque diversos estudios han explicado que esta es una enfermedad metabólica, caracterizada porque las células del cáncer solo pueden llegar a sobrevivir a base de fermentación de aminoácidos y en base a glucosa. Donde una manera de frenar el desarrollo de las células cancerígenas es a través de una purificación cetogénica, donde una excelente fuente de carburante para la limpieza cetogénica es el aceite de coco extra virgen, el que tiene poderosas propiedades que refuerzan el sistema inmunológico.
El cáncer puede producir daños en las mitocondrias, donde estas pierden su habilidad para producir energía por medio de la respiración celular. A su vez el aceite de coco contiene una amplia cantidad de grasas saturadas de cadena corta y de cadena media, que el cuerpo logra metabolizar fácilmente para producir energía, lo que es muy beneficioso para los pacientes con cáncer.
Aceite de coco para el cáncer propiedades
El aceite de coco es considerado como un superalimento, ya que posee una combinación única de ácidos grasos de cadena media, que entregan múltiples beneficios para la salud. Esto hace que cada vez más personas recurran al aceite de coco para el cáncer, ya que al ser una grasa saturada de una composición de hasta 90% lo que no es perjudicial para el cuerpo; pasa directamente al hígado desde el tracto digestivo, siendo utilizado como una fuente inmediata de energía, ofreciendo efectos terapéuticos a pacientes que desarrollan cáncer, epilepsia o Alzheimer.
Además varios son los estudios que han demostrado que el aceite de coco tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes, en personas que desarrollan graves inflamaciones locales o sistemáticas. También se ha descubierto a nivel clínico que la concentración de triglicéridos en la sangre, hablando específicamente los de nivel medio, contenidos en el aceite de coco, tienen una relación directa con un sistema inmunológico sano, siendo además un potente antitumoral.
Además una dieta en base a aceite de coco, entrega un positivo tratamiento para pacientes pediátricos con cáncer. Teniendo en cuenta que una dieta de este estilo no reemplaza al tratamiento convencional, pero si ofrece un potente efecto positivo en quienes padecen cáncer y añaden a su dieta el aceite de coco. Cuando se desarrolla un tumor, es necesario mejorar el metabolismo de proteínas en el tejido de quien está desarrollando esto, sin necesidad de estimular el crecimiento del tumor; considerando que esto se puede lograr con el aceite de coco y el aceite de pescado. Teniendo en cuenta que el tipo de lípidos inyectados para alimentar a personas con cáncer, puede influir en desarrollar un tumor.
Beneficios del aceite de coco y recomendaciones para su consumo
Comprobado está, que el aceite de coco después de la leche materna, es la fuente más alta de la naturaleza en ácidos grasos de cadena media, lo que aumenta el metabolismo y ayuda a bajar el colesterol; siendo muy utilizado por personas que quieren bajar de peso, tienen metabolismo lento o hipotiroidismo, entregando muy buenos resultados.
Entre los beneficios de consumir este aceite se destaca que elimina el sobrepeso al acelerar el metabolismo, mejora el sistema inmunológico bajando la necesidad de utilizar medicamentos para tratar enfermedades, combate y elimina hongos, equilibra el sistema nervioso, retrocede el Alzheimer, brinda energía calórica, reduce problemas de hipotiroidismo e hipertiroidismo, sana eficazmente quemaduras al ser un potente antiinflamatorio, tiene propiedades antioxidantes, previene la osteoporosis, favorece la prevención de enfermedades relacionadas con la presión y reduce el riesgo de cáncer, además de combatirlo y combatir enfermedades degenerativas.
Estas propiedades y beneficios, explican porque utilizar aceite de coco para el cáncer, ofrece buenos resultados y ayuda a disminuir los síntomas y a combatir esta enfermedad de forma natural. Donde la dosis recomendada de consumo para adultos es de 1 a 3 cucharadas soperas al día, siendo recomendable que se comience con una cucharada sopera al día una semana, dos cucharadas a la segunda semana y tres a la tercera semana, consumiendo aceite de coco extra virgen y 100% natural durante el día no a la hora de dormir. Este es un remedio natural que se puede consumir directamente y para su conservación no es necesario refrigerarlo, pero si debe estar tapado para evitar que se contamine o se humedezca.
En bebés y niños, se recomienda que beban media cucharadita de aceite de coco por las mañanas o al desayuno en la primera semana, para después aumentar la dosis a 1 cucharadita la próxima semana y 1 cucharadita y media a la semana siguiente.