Os explicamos qué es un ultrasonido, para qué sirve y en qué momento del embarazo se practica.
El ultrasonido, sonograma o ecografía es un estudio de diagnóstico médico que se utiliza para chequear el estado de salud del feto durante el embarazo. En diversos momentos de la gestación deberás hacerte estos controles de rutina, debes quedarte tranquila sabiendo que son totalmente inofensivos para ti y para tu bebé y –además- es un momento muy especial y emotivo ya que verás a tu hijo dentro tu vientre.
La técnica del ultrasonido consiste en emitir ondas sonoras de alta frecuencia sobre un área determinada del cuerpo. Para el caso del embarazo será sobre el abdomen, aunque este mismo estudio se puede practicar en otras zonas según la patología que se esté evaluando.
Esas ondas de ultrasonido “chocan” con el tejido corporal y producen un eco que es captado por el ecógrafo. Esa información es traducida en imágenes sobre una pantalla, logrando diferenciar los distintos tejidos o fluidos, como por ejemplo la placenta, el líquido amniótico, el tejido muscular y el tejido óseo. La ecografía nos muestra también los movimientos del bebé en tiempo real, e incluso podremos ver y escuchar el latido de su corazón.
Ahora os contaremos cómo es la realización del ultrasonido. Existen dos tipos: el ultrasonido o ecografía transvaginal, y el ultrasonido o ecografía transabdominal. En el primero de ellos el médico introduce en la vagina un pequeño dispositivo llamado transductor, de forma fálica y que está cubierto con una jalea lubricante. En el caso del ultrasonido transabdominal el transductor se frota sobre el abdomen. En ambos casos el examen es indoloro y no lleva más de 5 o 10 minutos.
El primer ultrasonido será indicado por su obstetra para controlar la implantación del embrión y su estado de salud. Generalmente la primera ecografía se realiza entre la semana 6 y la semana 12 del embarazo. Al menos se realizarán dos estudios de control más: uno para verificar el estado de los órganos y conocer el sexo del bebé (semana 16 a 20) y otro en alrededor de la semana 32 para controlar el crecimiento del feto.
Realmente es muy importante la cantidad de información médica que brinda un ultrasonido en el embarazo. Éstos son algunos de los usos más frecuentes de las ecografías:
-Conocer con gran exactitud el momento de gestación del bebé.
-Conocer el sexo del bebé.
-Evaluar el estado del feto, detectando deformaciones y anomalías.
-Determinar si es un embarazo simple o múltiple.
-Verificar la ubicación y estado de la placenta.
-Ver la posición del feto dentro del útero.
-Chequear la cantidad de líquido amniótico.
-Controlar el corazón y los movimientos respiratorios del bebé.