Seguramente más de una vez has escuchado hablar que tal persona «está ojeada» o que está sufriendo del mal de ojo. Esta es una especie de maldición que le lanzan a una persona o que es causada por miradas penetrantes y, a su vez, es una de las creencias populares más extendidas en el mundo entero, sobre todo en el de habla hispana. Este problema puede llegar a afectar mucho a la persona que lo sufre. Y es por esto que la gente le teme tanto.
Por supuesto, aquellos que son creyentes del mundo esotérico, saben que tienen que estar alerta a las cosas que este mal de ojo puede generar, cómo pudo haber sido causado y también, fundamental, cómo protegerse de él. Por eso mismo, si quieres conocer un poco más acerca de este embrujo, no tienes más que seguir leyendo este artículo.
¿Qué es el mal de ojo?
Es una especie de hechizo, conjuro, generado habitualmente por una persona con mirada profunda. Puede ser de forma voluntaria, como también por casualidad, ya que quien lleva «el don» de generar este problema, no siempre lo sabe. Asimismo, puede ser causado por envidia, malas vibraciones hacia la persona que lo está padeciendo y hasta por exceso de admiración. Pero lo cierto es que, como su nombre lo indica, las miradas penetrantes suelen ser las que lo generan en mayor medida.
Causas del mal de ojo
Esto provoca una modificación en la balanza de energías y se manifiesta a través de tristeza, llanto, dolor de estómago, cabeza o espalda sobre todo. La desgana o el no interés por la vida están presentes y como consecuencia de ello puede provocar problemas de otra índole como: problemas laborales, económicos, sexuales, familiares, etc.
Es importante destacar que, en los niños, este tipo de mal actúa de una manera mucho más intensa debido a la fragilidad de éstos y se manifiesta con llantos continuos sin motivos aparentes, falta de apetito o insomnio.
La persona envidiosa acumula esa maldad en forma de energía negativa y con tan sólo fijar su mirada en la persona envidiada, es capaz de hechizarla con el mal de ojo, desencadenando para la víctima una serie de episodios de mala suerte. Aunque, a veces, no es tan sencillo y es probable que necesiten afianzar el hechizo con algún ritual para hacerlo más efectivo.
¿Cómo te puede afectar?
El mal de ojo tiene muchas connotaciones. Ninguna positiva, de más está decirlo. Puedes sentir que estás «ojeado» si te cuesta dormir, sufres de insomnio, dolor de cabeza, fatiga, pesadez estomacal, mal humor, depresión, tensión o nervios. En los niños, es muy común que se manifieste a través del llanto continuo y sin razón. Por eso mismo, nadie quiere sufrirlo, ni chicos, ni grandes.
¿Cómo te puedes proteger o curar?
Una cinta roja es una de las mejores y más prácticas maneras de protegerte contra el mal de ojo. Llevar como amuleto una ramita de ruda, una de las plantas más poderosas que existen. También puedes probar con un buen amuleto de protección.
Si eres creyente en este tipo de prácticas, puedes consultar con una curandera o brujo de confianza, alguna persona con poderes paranormales, que pueda ayudarte a superar este mal trance. Pero por sobre todas las cosas, que primero te haga el diagnóstico de si lo estás padeciendo o no. Quizás tomar determinaciones por tí mismo, puede hacer que te empeore. Protégete, sí, pero si ya estás afectado, mejor te vea un entendido.