El reiki es una terapia de la medicina tradicional de Japón, en la que se utilizan las manos para atrapar la fuerza vital del universo y emplearla para la sanación del cuerpo. La palabra reiki significa energía guiada espiritualmente, y por sus efectos en la salud se ha considerado como un tratamiento complementario para curar las dolencias del asma.
Fundamentos del reiki
En una sesión de reiki normal, el paciente debe tenderse sobre una superficie horizontal en un lugar distendido y en calma. A continuación, el instructor de Reiki coloca sus manos sobre alguno de los 12 puntos energéticos del cuerpo, generando un flujo de energía que revitaliza y sana todo el organismo.
El instructor también utilizará algunas señales manuales del reiki para obtener esa energía, destacándose en el caso del asma la señal de Cho Ku Ray, que simboliza el poder del reiki. Esto se realiza tres veces a la vez que se pronuncian las palabras Cho Ku Ray.
Los expertos en esta terapia consideran que una de las causas del asma es el estrés, por lo que al utilizar el Cho Ku Ray, una de las técnicas más eficaces del reiki para reducir el estrés, se considera también que se está reduciendo los problemas del asma.
Terapia alternativa
Si bien son muchas las personas que atestiguan los beneficios que aporta el reiki para la salud, la medicina tradicional aún no reconoce esta terapia, por lo que pocas veces un médico recomienda el tratamiento de una dolencia o problema como el asma mediante una sesión de reiki.
De todas formas, en varias partes del mundo existen organizaciones que se ocupan de esta terapia alternativa y que buscan estandarizar sus principios para que pueda ser reconocida como una herramienta más de la medicina moderna.
Por esto mismo, la práctica del reiki para tratar el asma no implica que se deba dejar a un lado la asistencia médica tradicional, sino que, por el contrario, se debe continuar estrictamente, tomando el reiki como una forma complementaria para tratar el asma.