Sal de epsom para el acné como usar

Jesus L. Rodriguez

Sal de epsom para el acne como usar

El acné puede ser un desafío persistente para muchas personas, pero la solución podría estar más cerca de lo que piensas.

La sal de Epsom, conocida por sus propiedades terapéuticas, se ha convertido en un aliado efectivo en la lucha contra el acné.

Usar la sal de epsom para el acné en tratamiento natural, es muy eficaz, ya que penetra en la piel y combate los molestos granos y espinillas.

La sal de epsom tiene un origen natural de sulfato de magnesio que es derivado del mar y su propiedad terapéutica se debe a que la piel absorbe muy bien este mineral; pudiendo realizar un tratamiento en casa para ir mejorando el aspecto de la piel.

Debido a que el acné es una enfermedad común de la piel y se presenta a través de puntos negros, puntos blancos, granos y espinillas en zonas como el cuello, cara, espalda, pecho y brazos; el contenido de azufre de la sal de epsom, el que tiene un efecto anti bacteriano, anti hongos y anti viral, puede reducir inflamación que se produce en la piel y el enrojecimiento de esta, disminuyendo el tamaño de las espinillas.

A continuación, te presentamos una guía paso a paso sobre cómo utilizar la sal de Epsom para combatir este problema dermatológico común.

¿Qué es la Sal de Epsom y Cómo Actúa Contra el Acné?

La sal de Epsom, compuesta por sulfato de magnesio y sulfato de heptahidrato, no solo es famosa por sus propiedades relajantes en baños, sino también por su capacidad para reducir la inflamación y limpiar los poros. Estos atributos hacen que la sal de Epsom sea un remedio natural valioso para el tratamiento del acné.

Como usar la Sal de Epsom para Combatir el Acné:

Limpieza Facial:

Antes de aplicar la sal de Epsom, asegúrate de limpiar suavemente tu rostro con un limpiador facial suave. Esto eliminará el exceso de aceite y suciedad, preparando la piel para la aplicación de la sal.

Preparación de la Mascarilla:

Mezcla una cucharada de sal de Epsom con la cantidad suficiente de agua tibia para crear una pasta. La consistencia debe ser fácil de aplicar, pero no demasiado líquida. También puedes agregar unas gotas de aceite de árbol de té conocido por sus propiedades antibacterianas.

Aplicación Uniforme:

Aplica la mezcla uniformemente sobre las áreas afectadas por el acné. Evita el área alrededor de los ojos y la boca. Deja que la mascarilla actúe durante 15-20 minutos.

Enjuague con Agua Tibia:

Después de que la mascarilla haya hecho efecto, enjuaga tu rostro con agua tibia. Asegúrate de retirar completamente la mascarilla.

Hidratación:

Aplica un hidratante suave después del tratamiento para evitar que la piel se reseque.

Sal de epsom para el acné tratamientos caseros

Como Limpiador

Una forma de usar la sal de epsom para el acné, es creando un limpiador natural para el que se debe mezclar media cucharada de esta sal con una crema limpiadora habitual.

Se masajea suavemente con movimientos circulares la zona afectada y después de 15 minutos se lava la cara con agua fría, para después secar con cuidado, repitiendo esto cada dos o tres días para no dañar la piel.

Reducir la inflamación de la piel

El acné se caracteriza por ocasionar granos y espinillas inflamadas y rojas en la piel, lo que se puede reducir si se remoja sal de epsom en agua y luego se aplica sobre la piel con la ayuda de un algodón.

Para esto se disuelven dos cucharadas de sal de epsom en una taza de agua, se moja el algodón y se aplica en las zonas afectadas, dejando actuar por 15 a 20 minutos, para después enjuagar con agua tibia.

Máscara para el acné

Se debe mezclar una cucharada de coñac, una cucharada de jugo de limón, una cucharada de leche en polvo y media cucharada de sal de epsom en un recipiente. Se aplica esta máscara sobre la piel afectada y se espera a que la máscara se seque, luego se enjuaga con agua fría.

Desintoxicante para la piel

Cuando el acné afectó diferentes partes del cuerpo y no se pueden aplicar tratamientos caseros en cada lugar, se recomienda tomar un baño de sal. Para esto se vierte en una bañera con agua caliente, una taza de sal de epsom, dos cucharadas de aceite de baño y dos cucharadas de sal de mar.

Se debe ingresar a la bañera y tomar un relajante baño, siendo esta otra manera de utilizar la sal de epsom para el acné, ayudando así en la recuperación de la piel de forma más acelerada.

Exfoliante; se debe añadir una cucharada de sal de epsom a media taza de avena, se utiliza esto para frotar la piel afectada y luego se enjuaga bien, aplicando después una crema hidratante, para que la piel no quede seca.

Consejos para usar la sal de epsom para el acné

Siempre es necesario mezclar sal de epsom con otros ingredientes, ya que al frotar la sal directamente sobre la piel, la puede dañar ya que resulta muy abrasivo.

También es importante considerar que el magnesio contenido en esta sal, puede interferir en la absorción normal de calcio, por eso se debe aumentar el consumo de calcio cuando se siguen tratamientos con sal de epsom, para así evitar su deficiencia.

Cuando se toma un baño de sal de epsom para el acné, sumergiendo el cuerpo en una bañera por largo periodo de tiempo, se puede tener un efecto laxante; esto porque esta sal tiene una alto contenido de magnesio, por eso podría ocasionar un efecto laxante natural que se debe tomar en cuenta.

Es posible que cuando se utilice sal de epsom para tratar el acné, se tenga un efecto sedante, ya que está compuesta del mineral de sulfato de magnesio, el que tiene un efecto sedante en el sistema nervioso; por eso al usar esta sal no solo se tendrá mejoras en el aspecto de la piel cuando es afectada por el acné, sino también se logrará relajar todo el cuerpo.

Consejos Utiles:

Frecuencia:

Utiliza esta mascarilla una o dos veces por semana para evitar el exceso, ya que el uso excesivo de cualquier tratamiento puede causar sequedad en la piel.

Prueba en una Pequeña Área:

Siempre realiza una pequeña prueba en una parte discreta de la piel para asegurarte de que no haya reacciones adversas.

Consulta a un Profesional:

Si el acné persiste o empeora, es fundamental consultar a un dermatólogo para recibir orientación específica.

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