Aceite de árbol de té para el acné tratamiento casero

Jesus L. Rodriguez

Aceite de árbol de té para el acné tratamiento casero

Muchas personas utilizan aceite de árbol de té para el acné, ya que su uso tópico hace que sea eficaz para tratar problemas a la piel, como es el caso de los granos y puntos negros producidos por el acné. Esto porque las sustancias químicas de este aceite son capaces de penetrar a través de la piel para matar bacterias, hongos y virus; reduciendo las reacciones alérgicas que puedan surgir en la piel.

Debido a que algunas infecciones provocadas por el acné se vuelven resistentes a algunos tratamientos antibióticos, muchas personas deben recurrir a alternativas naturales para deshacerse de los granitos y al acné, donde el aceite de té de árbol al tener una acción anti microbiana, combate todo tipo de microorganismos que se encuentren presentes en la piel; siendo además un cicatrizante natural, por lo que evita que el acné deje marcas sobre la piel.

Aceite de árbol de té para el acné y sus propiedades

El uso del aceite de árbol de té para el acné es muy popular ya que favorece en la desinfección de la piel y actúa como un eficaz cicatrizante, pero se debe tener en cuenta que al ser aplicada sobre la piel, no es recomendable aplicar este aceite sobre heridas abiertas, ya que la piel se puede dañar aún más. Además el aceite de árbol de té regula la producción del sebo, ayudando a mantener hidratada la piel, siendo ideal para pieles secas.

Otras de las propiedades de este aceite, es que es antiséptico, antibiótico, anti inflamatorio y anti bacteriano, ayudando de esta manera a secar los granos de forma rápida, una vez que se aplica sobre la piel afectada. Destacando que a pesar de ser un aceite que se puede aplicar directamente sobre la piel sin diluir, en aquellas pieles sensibles, se debe tener cuidado, por eso se recomienda aplicar de forma diluida el aceite, ya que de lo contrario puede ocasionar picazón, hinchazón y enrojecimiento en la piel.

Es importante considerar que cuando se utiliza aceite de árbol de té para el acné, se debe tener la piel limpia, para después agregar algunas gotas directamente sobre los granos o la piel afectada, dando pequeños golpecitos para que el aceite penetre, nunca se debe hacer esto de forma brusca para no irritar la piel.

Usos del aceite de árbol de té para tratar el acné

Una forma de usar el aceite de árbol de té para el acné y aprovechar sus propiedades, es aplicando una mascarilla sobe el rostro dos veces por semana, la que se debe preparar agregando una o dos gotas de aceite de árbol de té en una generosa cantidad de polvo de arcilla natural verde para así elaborar la máscara. También se puede añadir un poco de agua para lograr una pasta más homogénea, aplicando en la cara durante 30 minutos para después retirar.

Otro tratamiento anti acné consiste en diluir 5 gotas de aceite de árbol de té en 5 gotas de aceite esencial de manzanilla y 5 gotas de aceite esencial de lavanda, luego esta mezcla se agrega en 10 ml de aceite vegetal de jojoba, 10 ml de aceite vegetal de rosa mosqueta y 10 ml de aceite de neem. Esta mezcla se puede aplicar como un producto hidratante que se debe aplicar todos los días sobre la piel.

Otra de las formas de uso del aceite de árbol de té para el acné consiste en mezclar 4 gotas de este aceite con dos cucharadas de aloe vera o miel cruda, ya que estos ingredientes tienen propiedades anti bacterianas que favorecen en la curación de la piel. Esta mezcla se aplica sobre la piel afectada, se deja actuar durante 20 minutos y luego se retira con abundante agua.

Una mascarilla casera elaborada con aceite de árbol de té y tomate, también es muy efectiva para tratar los problemas del acné, para esto se mezclan 3 gotas de este aceite, con una cucharadita de aceite de jojoba y medio tomate finamente picado. Se machacan muy bien todos los ingredientes y luego se aplica esta máscara facial casera, directamente sobre el rostro, dejándola actuar durante 10 minutos para después retirar con abundante agua tibia y secar la piel suavemente con una toalla, dando pequeños golpes o palmaditas sobre la cara, nunca frotando con fuerza, ya que esto tiende a irritar la piel.

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