Si esta Semana Santa tienes planeado viajar en coche a algún paraje lejano y lo haces con algún niño a bordo, utilizar algunos trucos e ir bien equipado puede ayudarte a hacer el trayecto más ameno. Si llevas niños un poco más crecidos, una buena idea es darles un mapa con el itinerario que vamos a seguir. A todos los niños les encantan los mapas, además de dar mucho juego a su imaginación y dar pie a numerosos juegos, podrán fijarse en los carteles de las localidades que paséis e ir marcándolas ellos mismos en el mapa, así lograrás evitar sus insistentes preguntas ¿dónde estamos?, ¿ya llegamos?, ¿falta mucho para llegar?, que acaban poniendo los pelos de punta al más paciente de los padres.
Recuerda que lo mejor es parar cada dos horas, así conductor y pasajeros podrán estirar unos minutos las piernas y respirar aire puro. Si realizas la parada en un área de recreo o una zona de juegos, así el viaje les resultará más divertido y si éste resulta ser bastante largo, tú también agradecerás que ellos vayan distraídos. Si se trata de un viaje excesivamente largo, quizás deberías plantearte viajar de noche, de esta manera los niños irían dormidos, con la consiguiente tranquilidad que esto supone para los padres.
Si durante el transcurso del viaje hay que atravesar algún puerto de montaña, con las consiguientes subidas y bajadas de presión, un buen truco para evitar los típicos problemas de oídos es que los niños mastiquen chicle, si ya tienen edad para ello.
Si hay mareos
Una buen truco para evitar que se mareen es llevar la ventanilla lo suficientemente abierta como para que les dé el aire en la cara, otro, es llevar a los niños en sillas especiales para ellos, según su edad y peso, de esta manera además de viajar más seguros también evitarás que se mareen, pues al viajar en su silla, pueden ver bien por la ventanilla y contemplar el paisaje o distraerse con juegos visuales como contar autobuses, coches de un determinado color, etc.
Si tu hijo vomita habitualmente no olvides tener una muda de ropa a mano y alguna toalla. Como ya sabrás, puedes encontrar en tu farmacia numerosos productos antimareo, pero si te gustan los remedios naturales puedes comprar cápsulas de jengibre que tienen la misma eficacia. Los niños que vomitan son especialmente sensibles a la deshidratación, sobre todo en las épocas calurosas, una manera muy fácil de evitar este problema es darle al niño una cucharadita de azúcar con unas gotas de limón.